lunes, 25 de enero de 2016

La vibración de las palabras!



El Universo vibra, la Fuente crea en una explosión de vibración.

Las palabras convierten las vibraciones de la naturaleza en sonido. Durante nuestra evolución, aprendemos qué sonidos son peligrosos, cuáles son tranquilizadores y seguros, cuáles son placenteros y así sucesivamente. Nosotros, lentamente, aprendemos acerca de las varias vibraciones de las leyes de la naturaleza. Lo aprendemos por medio del instinto y la experiencia. Acumulamos estas informaciones todo el tiempo. Empezamos por sonidos sencillos, como “a”, “u”, “e”, y los desarrollamos en sonidos más complejos como “Amor”. Y estas palabras positivas han creado estructuras cristalinas “naturales” – todas basadas en el hexágono.

Los antiguos, sabedores como eran del inmenso poder contenido en la Palabra y, con el fin de, por una parte, llevar a los profanos la Sabiduría Divina y, por otra, velar las palabras para que no pudiesen ser utilizadas de manera liviana, crearon los símbolos.
Es fundamental tener claro que la vibración convertida en palabra hace al Mundo que conocemos ser tal como es. Entender la vibración es extremadamente necesario para comprender la manifestación de todo lo que somos.

Cuando verbalizamos cualquier palabra, ésta tiene una energía, y esa energía puede transformarse en una energía poderosa, mediana o débil.

El pensamiento (vibración potencial) necesita ser Verbalizado (vibración dinámica), pues en caso contrario no existe la Manifestación.
La verbalización, para que pueda ser comprendida, necesita quien La Escuche. La Primera actitud de lo Creado, por tanto, es Escuchar.

Palabra y Vibración – La palabra, juntamente con el poder de la vibración, es capaz de crear, curar y también destruir.

La teoría indica que, cuando enfocamos la mente en algo, y a eso le añadimos el sentimiento y la emoción, para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que habrá de afectar a los reinos de la materia.

Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder contenido en la oración, en el verbo y en la palabra. Los antiguos alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebraico son fuentes de poder en sí mismos. Los esenios emplearon la energía que canaliza el lenguaje – que era la expresión final del pensamiento, de la emoción y del sentimiento – para manifestar en la realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo. En las culturas del antiguo Oriente se utilizaban los mantras, los rezos, los cánticos y las oraciones con intención predeterminada, como técnicas para materializar estados interiores y programar, de una forma que ignoramos en la actualidad, realidades pensadas, deseadas y afirmadas previamente.

Los estudios llevados a cabo por físicos cuánticos empiezan a redescubrir y validar el enorme conocimiento olvidado de las antiguas culturas ancestrales. Un conocimiento que se encuentra aún oculto y olvidado, pero que nos traería el poder de cambiar nuestro mundo.

LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN

La más reciente investigación científica rusa indica que el ADN puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar ni sustituir genes individuales. Solo el 10% de nuestro ADN es utilizado para construir proteínas, y ese pequeño tanto por ciento del total que compone el ADN es lo que estudian los investigadores occidentales. El otro 90% está considerado “ADN chatarra”.

Los resultados han llevado a conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no solo es el responsable por la construcción de nuestro cuerpo, sino que además sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos han descubierto que el código genético, en especial ese aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos. Han comparado las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas, y así han descubierto que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas.

Por tanto, los lenguajes humanos no han aparecido coincidentemente, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también han explorado el comportamiento vibratorio del ADN. “Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas empleando la radiación laser del ADN endógeno”. Esto significa que alguien puede, simplemente, servirse de palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo.

Los maestros espirituales y religiosos de la Antigüedad supieron, hace miles de años, que nuestro cuerpo puede ser reprogramado por medio del lenguaje, de las palabras y del pensamiento. Ahora esto ha quedado demostrado y explicado científicamente. La sorpresa mayor ha sido descubrir la manera en cómo el 90% del “ADN chatarra” almacena la información. Imaginemos una biblioteca que, en lugar de archivar miles de libros, solo guarda el alfabeto común a todos los libros. Entonces, cuando alguien solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo el contenido en sus páginas y lo pone a nuestra disposición”, aclaró Garjajev. Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera “biblioteca” estaría fuera de nuestro cuerpo en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservatorio universal de conocimiento.

VIBRACIÓN DE LA PALABRA DIOS

El “Fiat Lux” contenido en el Génesis – La Obra de la Creación, en forma alguna se lleva a cabo en el silencio absoluto, sino que este silencio primordial es el telón de fondo que posibilita oír la Voz del Creador, del Geómatra. Nótese que la única Voz es la del CREADOR DIVINO siendo que Él manifiesta la Creación a través de algo (Elohim) aparte de sí mismo; si no, qué sentido tendría decir: Hágase la Luz. Él, simplemente, pensaría la Creación y ella estaría creada. Y no habría ruido alguno…

Podemos intentar comprender esto de la siguiente forma:

El pensamiento (vibración potencial) necesita ser Verbalizado (vibración dinámica), pues en caso contrario no existe la Manifestación.
La verbalización, para que pueda ser comprendida, necesita quien La Escuche. La Primera actitud de lo Creado, por tanto, es Escuchar.

En líneas generales, los símbolos son representaciones (vibración) de grandes verdades y tienen un poder oculto (vibración); se sirven de las palabras y de los tonos adecuados, generando gran energía y Poder.

Fuente.
http://frecuenciassanadoras.com/index.php/men-vi-bra-pa-la-bra.html

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