martes, 8 de septiembre de 2009

El secreto de los tiempos


Puede que crea que lo contrario del amor es el odio. Yo no veo estas dos emociones como opuestas. De hecho, el amor y el odio con frecuencia se encuentran muy próximos. Para mí, lo contrario del amor es el miedo.

Cuando uno tiene miedo, no tiene amor. El miedo está presente cuando no sabemos que formamos parte del designio de Dios. Si no está viviendo en amor, ello se debe a que tiene miedo y debe ver cómo sustituir el miedo por amor.

El miedo que sustituye al amor no es nada más que un miedo a que nos rechacen. A la práctica totalidad de los miedos puede seguírseles la pista hasta la propia estima. Si se ama a sí mismo, será capaz de transformar sus miedos mediante el amor, y no permitirá que dirijan su vida.

Si tiene una sensación interna de estar completo, de conocer la esencia divina, el miedo se convierte en una amorosa invitación a saber más o a cambiar algo en su vida. El miedo ya no le amenazará como hacía cuando no conocía su yo superior.

La única manera de aprovechar tu potencial como ser humano es disminuir gradualmente el papel que el miedo juega en tu vida y en tus decisiones. Tu objetivo y tu ideal deben ser alcanzar ese punto en donde no temes a nada.

Cuando eliminas el miedo, tienes plena auto confianza y todo el mundo se abre ante ti. Y es el amor el que disipa el temor y el que lo llega a erradicar por completo de tu existencia.

Tienes paz mental en la medida que te ames a ti mismo y ames a los demás. Posees altos niveles de salud y energía en la medida que te quieres y te aceptas a ti mismo y te quiere y te acepta tu prójimo.

Estableces relaciones afectivas en la medida que te amas a ti mismo y expresas tu amor a los que te rodean. Si tienes ideas amables y cariñosas para contigo mismo y para los demás, haces que giren a tu alrededor personas amables y cariñosas.

El amor será siempre la única respuesta y también la cura de la mayoría de los males de la vida. Lo único que jamás te sobrará es amor. Nunca tendrás demasiado amor por ti mismo y nunca podrás dar demasiado amor a los demás.

Nunca llegarás a tener más amor por ti mismo que aquel que expreses a las otras personas. El amor para que crezca hay que compartirlo y la única forma para conseguir más amor para ti mismo es dándoselo a los demás. A través de los tiempos, los hombres y mujeres más preclaros han llegado a la conclusión de que no hay nada tan importante como el amor.

Si de verdad quieres tener éxito y ser feliz en todo lo que hagas, en todos los aspectos de tu vida, debes irradiar amor en cada uno de los momentos de tu vida. Cuando llegues al final de tu vida, lo único que contará será el amor que hayas dado y recibido.

En tu viaje al otro mundo, lo único que te llevarás contigo es amor, y lo único de valor que dejarás atrás es amor. Conozco a gente que ha sido capaz de soportar muchas dificultades en la vida, pero aún estoy por conocer a alguien que haya podido soportar una vida sin amor. Por eso el amor es el mejor regalo de la vida, le da sentido y la hace merecedora de ser vivida.

Si echas una mirada retrospectiva a tu vida, descubrirás que tus más preciados recuerdos están representados por la gente que has querido y la que te ha querido a ti. Tus más grandes errores, tus más grandes pesares, estarán asociados de alguna forma al amor: esto es, a haber amado lo suficiente o a no haber amado lo suficiente.

Este es el secreto de los tiempos, el verdadero fundamento de toda grandeza humana. Es el valor central y el principio unificador esencial de la gente verdaderamente excepcional. Y lo más maravilloso que tiene el amor es que puedes llenar tu vida con él con tan solo proponértelo. La elección es tuya; siempre lo ha sido.

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