miércoles, 28 de febrero de 2007

LA COMUNICACIÓN, INGREDIENTE ESENCIAL EN UNA RELACIÓN

Hay muchos ingredientes que se necesitan para mantener viva "la llama del amor". El respeto, la comprensión, las expresiones de cariño y la confianza son ejemplos claros. Todos éstos son importantes, pero hay un elemento que se considera el fundamento para tener una buena relación: este ingrediente esencial es la comunicación.

Toda pareja sueña disfrutar de su amor, y que éste sea para siempre. Inicia su unión llena de ilusiones y anhelos que muchas veces se convierten en una pesadilla. A pesar de amarse, nunca aprendieron a comunicarse correctamente. Aquí tienes consejos que te ayudaran a crear una comunicación eficaz:

Por favor ¡escuche, no oiga! Pon atención a lo que te dicen, concéntrate en cada palabra que oyes (eso es escuchar). El contacto visual con tu pareja evitará que te distraigas.

La confianza y el respeto mutuo son esenciales para una comunicación efectiva. Elije el lugar y el momento oportuno para conversar.

En ocasiones, los factores externos pueden cambiar el significado de lo que decimos. No es lo mismo comentar algo en un lugar público, que decirlo en la intimidad de la alcoba.

Evita los ruidos que pueden desviar tu atención, como la radio, el televisor o el teléfono.

Nunca te quedes con dudas. Si en la conversación hay algún punto que no esté claro, pregúntale a tu pareja y sal de toda duda.

Toma en consideración tu estado de ánimo al momento de iniciar una conversación con tu pareja. Si estas cansado, enojado, tenso, irritable o tienes prisa, es mejor esperar a que estos sentimientos pasen, pues pueden influir en lo que vas a decir. "No es lo qué se dice, sino cómo se dice."

Acepta las diferencias de criterio con tu pareja. ¡No siempre tienes la razón! Existen muchos puntos de vista: esto es lo que establece la diversidad y en ésta reside la individualidad de cada persona.

Comparte tus sentimiento abiertamente, sin miedos ni barreras.

Habla en singular (Yo), no hables en plural (Nosotros) con tu pareja. No culpes a la otra persona de todo lo que pasa.

"No dejen para mañana lo que puedan hacer hoy". Haz lo posible por aclarar dudas y preocupaciones en el momento que ocurren y no te quedes callado.

Nunca recrimines a tu pareja en una discusión posterior algo que ocurrió en el pasado.

Aprende a ponerte en el lugar de tu pareja. Eso es empatía. Siente el estado de ánimo y los sentimientos de tu pareja cuando decidan tratar algún problema o situación. Muchas veces, las tensiones del día y el estado emocional influyen en la respuesta que recibiras.

No estes siempre a la defensiva, esto sólo creará una barrera.

Darse el tiempo para dialogar, en vez de discutir es importante. Frecuentemente, los estilos de vida no nos dejan conocer verdaderamente nuestra pareja.

Evita decir mentiras o terminaras atrapad@ en tu propia red de falsedades.

Reconoce tus errores y aprende a pedir perdón.

No llegues al límite de tu paciencia. No te reserves tus sentimientos: si te sientes herid@, con rabia o humillad@, dígalo; no acumules esos sentimientos ya que tarde o temprano explotaras y los efectos serán más difíciles de reparar.

"No quieras tapar el sol con un dedo". Evita las simulaciones. Reconocer que se tiene un problema es el primer paso para resolverlo. No quieras escapar fingiendo que todo está bien cuando no es así.

Manten tu espacio vital. No trates de manejar la vida de tu pareja, ya que puedes hacerle sentir agobiada. Es bueno que cada uno tenga su espacio y tiempo personal para poder preservar su individualidad como ser humano.

Recuerda, una relación estable y duradera se fundamenta en una comunicación efectiva. Las palabras nos permiten demostrar lo que somos y lo que sentimos, nos desnudan ante la otra persona, y nos dejan ver tal cual somos. Para conocerse y comprenderse hay que comunicarse adecuadamente.

1 comentario:

Ricardo Francisco ORTOLA BOSIO dijo...

Te invito a mi blog: http://laconjetura.blogspot.com/ y veremos si se cumplen tus preceptos, al menos en tu propia conducta.