jueves, 9 de noviembre de 2006

"DESBLOQUEADO LOS CHAKRAS"

Cómo podemos detectar los chakras que tenemos bloqueados
 
COMO en este libro ofrecemos varias posibilidades de armonizar y equilibrar tus chakras, naturalmente, primero tiene gran interés saber si tus chakras están desequilibrados o bloqueados, y cuáles de ellos lo están. Si no lo sabes, podrías armonizar todos los chakras con las terapias posibles que se ofrecen, y nos gustaría recomendarte mucho este método de tratamiento integral. Pero si, por ejemplo, has detectado que hay dos chakras que son los que preferentemente necesitan una terapia, puedes dedicarte predominantemente a esos dos centros energéticos.
Además, en el conocimiento de los chakras disonantes se oculta una gran oportunidad para el autoconocimiento, que puede abrirse plenamente a quien esté interesado. Aquí se trata siempre, en primer lugar, de nosotros mismos, y solo en segundo lugar de los demás, a quienes, naturalmente, podremos contar nuestras experiencias. Sin embargo, el objetivo no consiste en convertir a otros, sino en conocerse y salvarse a sí mismo, para después poder conducir amorosamente a los demás por el mismo camino del autoconocimiento.
 
Para el diagnóstico de los chakras se nos ofrecen varias posibilidades distintas. Conque utilices una de esas oportunidades te resultará perfectamente suficiente para efectuar un autodiagnóstico o diagnóstico ajeno efectivo del sistema de chakras.
 
1) En este libro, al describir cada uno de los chakras, damos características claras para su reconocimiento, en las que puedes medir cuáles de tus chakras se encuentran disonantes, armonizados o funcionando defectuosamente. Con ayuda de estos criterios, cualquiera puede conocer sus zonas problemáticas rápidamente. Hemos intentado exponer de forma muy clara, a veces incluso en forma exagerada, las repercusiones que tiene una disfunción de los chakras, para aclarar determinadas tendencias de forma rápida e inequívoca. Al leer los textos correspondientes, deberías considerar también que no todas las repercusiones descritas se aplican a cualquier persona. Sin embargo, podría pasar que te sientas muy afectado con determinados pasajes del texto o que sientas que no te afectan en absoluto. No es ése nuestro objetivo. Sin embargo, queremos conseguir que te reconozcas clara e inequívocamente, y que cuando algunas de las descripciones sean acertadas en tu caso concreto, te hagan sentirte involucrado. Te rogamos que no valores esto como un reproche nuestro dirigido contra ti, pues no es nuestro objetivo herirte, sino ayudarte a conseguir el conocimiento. Sin embargo, el autoconocimiento no es siempre agradable; también alguna vez deben iluminarse nuestros lados sombríos, puesto que sólo así pueden ser liberados. De forma que esta vía para el conocimiento merecerá la pena, sin lugar a dudas, puesto que al mismo tiempo pone en tus manos toda un serie de posibilidades para el autotratamiento de los chakras y la autoarmonización de los mismos.
 
2) Otra posibilidad de analizar nuestro sistema de chakras consiste en observar atentamente qué chakras reaccionan de forma llamativa en situaciones de estrés o choque extraordinario. Podría ser que, en determinadas situaciones vitales difíciles, siempre te asaltaran las mismas dolencias: por ejemplo, Si el chakra radical se encuentra hipofuncionando, en una fuerte situación de esfuerzo puedes tener la sensación de «perder pie», e incluso puede darte diarrea. En caso de hiperfunción del primer chakra, será fácil que te asalten la ira y los arrebatos agresivos. Si en tu segundo chakra existe un funcionamiento carencial, ante tensiones extraordinarias se produce un bloqueo de los sentimientos; con una función exagerada, con toda probabilidad romperás a llorar o reaccionarás con una emocionalidad incontrolada. En caso de hipofunción en el tercer chakra, ante grandes esfuerzos se instaurará un sentimiento de impotencia, una sensación de incapacidad, o una incómoda sensación en el estómago o un nerviosismo empedernido. Una sobrecarga en este chakra está caracterizada por la excitabilidad nerviosa y por el intento de controlar la situación mediante la hiperactividad .Si tienes la sensación de que «el corazón se te para», hay que achacarlo a una hipofunción del chakra coronal. Cuando ante el estrés te palpita el corazón, es un indicativo de una disfunción generalizada del cuarto chakra. En caso de hipofunción del chakra del cuello, se te hace un nudo en la garganta, probablemente empezarás a tartamudear o la cabeza te temblará por todas partes; en caso de una hiperfunción disonante, tratarás de tomar la situación con firmeza mediante una avalancha de palabras nada maduradas. Si en situaciones de estrés o choque no puedes tener claras las ideas, significa una hipofunción del chakra frontal y una sobrecarga se expresaría a menudo con dolores de cabeza.
Tal tipo de reacciones siempre se presentan solo en los puntos débiles de nuestro sistema energético. Una observación interesante puede abrirnos los ojos en estos casos.
 
3) Ahora podemos seguir sirviéndonos del lenguaje corporal. Por primera vez es posible determinar, por la forma externa y por las cualidades externas del cuerpo de una persona, si alguna zona se encuentra energéticamente en disonancia. A fin de cuentas, nuestro cuerpo es una perfecta imagen especular de las estructuras energéticas no materiales. Siempre que se produzcan anormalidades corporales, ya sean espasmos, hinchazones, tensiones, debilidades o similares, podemos asignarlas al chakra correspondiente en función del lugar donde se producen. Todos nosotros conocemos las diferencias de las apariencias corporales de las que nos podemos servir para formarnos una clara imagen de la persona concreta; a menudo, espontáneamente y sin reflexionar. Con frecuencia, esta imagen puede transferirse con facilidad a los chakras. Así, encontramos personas que evidentemente tienen toda su energía orientada hacia arriba, y que en la zona inferior del cuerpo tienen características absolutamente débiles. En otras se presenta exactamente lo contrario; e igualmente hay otras que parecen estar compuestas únicamente por puntos débiles o por puntos fuertes. Obsérvate a ti mismo alguna vez, conscientemente, en el espejo o en fotografías. La voz es con frecuencia un importante criterio para enjuiciar el estado del chakra del cuello. El libro Conciencia corporal * es una muy buena exposición de estas relaciones.
 
Si además tienes en cuenta las debilidades orgánicas o incluso los síntomas de enfermedad, tienes uno de los puntos de referencia más transparente sobre cuál es la zona del sistema de chakras donde existen deficiencias, para aplicar efectivamente la terapia. En los capítulos dedicados de este libro a los chakras hemos relacionado los órganos y partes del cuerpo que se corresponden con cada uno de los chakras dentro del aparato «Correspondencias corporales».
 
Con ayuda de esta relación puedes consultar sin ambigüedades qué chakra se ve afectado con determinados trastornos orgánicos y necesita curación. Esto te permitirá aplicar voluntariamente las medidas que adoptes.
 
4) Como cuarta posibilidad, quisiéramos poner en tu mano una prueba especial con la que trabajan muchos terapeutas, además de un gran número de legos. Para ella se necesitan, en general, dos personas, colocadas frente a frente. Se trata de una prueba kinesiológica**.
 
En la práctica, procede de la siguiente forma: coloca la mano derecha sobre un chakra y simultáneamente extiende lateralmente el brazo izquierdo formando ángulo recto con el cuerpo. La otra persona que hace la prueba contigo da la orden de «oponer resistencia», y mientras tú intentas mantener tu brazo en la posición indicada, ella intenta empujar el brazo hacia abajo, ejerciendo la presión aproximadamente a la altura de la muñeca. Si el chakra está armonizado y equilibrado en su funcionamiento, el brazo extendido ofrece una clara e intensa resistencia; si, por el contrario, el chakra que se somete a la prueba está bloqueado, puede notarse con facilidad que el brazo no opone esta resistencia, y la persona que efectúa la prueba podrá empujarlo hacia abajo con muy poca fuerza
 
Prueba muscular kinesiológica.
 
Mediante este método de prueba podemos recorrer los siete chakras, desde el chakra radical hasta el chakra coronal; lo que nos permite obtener una clara imagen del estado energético de los chakras, Cuando hay trastornos en el chakra, en la prueba el brazo reacciona siempre con debilidad. Posteriormente podemos repetir esta misma prueba para constatar la existencia de cambios. Con un sistema de chakras sin trastornos, la prueba del brazo debería dar las siete veces el resultado «fuerte»: es decir, el brazo empujado hacia abajo debe ofrecer resistencia sensible las siete veces. Puedes hacer una breve pausa entre las pruebas de los diferentes chakras para prevenir eventuales fenómenos de fatiga del brazo.
 
Las mediciones efectuadas con un kinesiómetro especial han arrojado el resultado de que en una prueba semejante se resiste de aproximadamente una presión de 20 kilogramos, si el resultado de la prueba es «fuerte»; en caso contrario, el brazo dejará de ofrecer resistencia con aproximadamente 8 kilogramos de presión. Naturalmente, hay que tener en cuenta la constitución física individual de la persona sujeto de la prueba. No obstante, la diferencia entre «fuerte» y «débil» será percibida claramente tanto por la persona que efectúa la prueba como por el sujeto de la misma.
 
Otra variante de esta prueba consiste en mantener presionados el pulgar contra el dedo índice de la mano derecha, y con la mano izquierda cubrir el chakra objeto de la prueba. Nuestro compañero en la prueba intentará, cuando se dé la orden pertinente, separar los dedos que mantenemos firmemente apretados uno contra otro. Si los dedos ofrecen una gran resistencia, el chakra sometido a la prueba se encuentra en buen estado- si, por el contrario, la resistencia es reducida, el chakra objeto de la prueba está trastornado y necesita terapia.
 
Sin embargo, con mucha frecuencia hemos encontrado personas que efectúan esta prueba consigo mismas. Para hacerlo presionan el dedo índice contra el dedo pulgar de una mano, é intentan separarlos con el dedo pulgar y el dedo índice de la otra. Al hacerlo se concentran mentalmente en un chakra determinado. También aquí se muestra claramente mediante la sensación de «debilidad» o «fortaleza», qué chakra se encuentra trastornado. Si los dedos que se mantienen presionados uno contra otro pueden ser soltados por la otra mano («débil»), el chakra objeto de la prueba está trastornado. Si los dedos se mantienen firmemente unidos («fuerte»), el chakra está en buen estado. Es cierto que para estas pruebas quinesiológicas necesitamos un poco de práctica si queremos alcanzar resultados seguros. Sin embargo, este método funciona excelentemente, y nos sirve para reconocer bien en cuál de los chakras deberíamos trabajar para armonizarlo.
 
5) Vamos a denominar «visión interna» a otra posibilidad de la que disponemos para enjuiciar nuestros chakras. Para muchas personas es la forma más sencilla y rápida de entrar en contacto con su sistema energético.
 
Para ello nos adentramos durante algunos minutos en un estado meditativo de silencio e intentamos formarnos una idea del estado de cada uno de los chakras mediante nuestros «ojos interiores». Al hacerlo, recorremos sistemática y lentamente los chakras, desde abajo hasta arriba. Muchas personas pueden reconocer claramente el estado de sus chakras basándose en los cambios cromáticos. (Las correspondencias cromáticas respectivas las encontrarás en las descripciones de cada uno de los chakras de este libro. Cualquier desviación que se perciba debe entenderse como un síntoma). Otras personas tienden a ver formas. Si éste es tu caso, fíjate en si son redondas y presentan un equilibrio armónico, o si tienen invaginaciones o muestran otro tipo de variaciones. Y a su vez hay otras personas que reconocen el estado armónico o inarmónico de los chakras por su tamaño y poder de irradiación. Con frecuencia se percibe una combinación de estos diferentes elementos. Todas estas posibilidades y criterios de valoración se basan, sin embargo, en una cierta autoexperiencia, y necesitan ser entrenados a menudo, si queremos llegar a resultados inequívocos y claros.
 
6) Cada vez son más las personas capaces de palpar con las manos la situación energética de los chakras. Para definir esto se utiliza con frecuencia el concepto de «clarividencia táctil». Se siente una cierta resistencia cuando se impacta con la envoltura energética de tu propio cuerpo etérico, en las que se asientan los chakras, o con la envoltura energética de otra persona. Esta resistencia se siente de forma similar a lo que ocurre al moverse dentro del agua. Es posible que puedas detectar ciertas rugosidades, agujeros o excrecencias. Podemos practicarla acercando lentamente las manos a nuestro propio cuerpo, al cuerpo de otra persona o incluso a animales y plantas, y tratando de percibir sensorialmente los cambios que se operan. También en este caso la experiencia nacida de la propia aplicación frecuente de la técnica es imprescindible para una adivinación clara. Seria recomendable un taller a este respecto.
 
7) El camino más directo bien podríamos considerar que es «aurividencia», aun cuando solo un número relativamente pequeño de personas posea este don. Mediante esta facultad el «vidente» tiene acceso directo a las situaciones energéticas y procesos que se consuman en él mismo y en las demás personas. Es posible conocer y valorar tanto las referencias anímicopsíquicas como las intelectuales, o incluso las corporales. Si cuentas con la bendición de estas facultades mediales, es de gran importancia interpretar de forma correcta lo observado y para ello se necesita mucho entrenamiento, experiencia y don de observación. A este respecto también hay algo de bibliografía y seminarios adecuados.
 
Si no estás completamente seguro de si dispones o no de estas facultades, puedes hacer las siguientes pruebas: siéntate en una estancia completamente a oscuras, por ejemplo, en un sótano, una sauna o incluso en un armario escobero, donde no penetre la más mínima luz. (Bodo hizo sus primeros intentos en un búnker antinuclear.) Permanece en él en silencio varios minutos. Como objetos para la prueba, al principio son suficientes algunas puntas de cristal de roca colocadas a cierta distancia o sostenidas en las manos. Si estás en condiciones de percibir ciertas radiaciones energéticas sutiles en las puntas de los cristales de roca, sobre todo cuando se mueven con movimiento de vaivén, es un indicativo de una tendencia a la clarividencia. No cedas a la primera, puesto que a veces esta facultad debe entrenarse algo. Ante todo, este ejercicio debe efectuarse totalmente libre de estrés. Si deseas detectar el cuerpo energético alrededor de una persona, debe preferirse un fondo predominantemente negro, ante el cual se sienta o permanezca de pie la persona sujeto de la prueba. Desde algunos metros de distancia mira en dirección a la persona, o mejor a través de ella, puesto que allí es donde se encuentra la corona energética, el aura. Los mejores resultados los obtendremos en un cierto estado meditativo. Tómate tu tiempo para ello. Presumiblemente, en este ejercicio detectarás primero el cuerpo etérico, que envuelve al cuerpo físico como una envoltura energética radiante. Con algo de práctica podrás distinguir también los colores y formas del cuerpo emocional. No esperes ninguna imagen cromática fija ni rígida, puesto que las energías no materiales están en continuo movimiento y tienen cualidades de brillo intenso predominantemente traslúcidas. Básicamente, puede decirse que los colores y formas armónicos en esta imagen energética permiten concluir la existencia de una persona armónica; las coloraciones poco nítidas y las formas poco definidas apuntan a ámbitos problemáticos de esa persona.
Si quieres intentar detectar tu propia aura, puedes colocarte frente a un espejo de pared y efectuar los estudios correspondientes. A la mayoría de las personas les resulta más fácil lograrlo mirando primeramente la radiación energética de otra persona.
 
Además, existen gafas especiales para auras, que tienen vidrios de color violeta oscuro con una envoltura que las hace herméticas y opacas alrededor. Estas gafas deben calificarse como medios auxiliares; no abren automáticamente a todos los usuarios el acceso a los planos no materiales, pero nos pueden ayudar realmente a ascender a ellos. Nosotros mismos hemos hecho muy buenas experiencias con ellas, sobre todo al aire libre.
Cada vez hay más personas- que están en condiciones de juzgar y evaluar el cuerpo energético, y en particular el sistema de los chakras de otras personas, incluso a grandes distancias, de varios cientos o incluso miles de kilómetros. En general, esto se realiza a través de una foto del consultante, o también mediante el teléfono. A muchos puede que esta posibilidad le suene un tanto increíble, pero nosotros mismos la hemos experimentado con frecuencia y hemos podido observarla algunas veces.
 
Si te causa problemas reconocer o comprender tales fenómenos extraordinarios, piensa todo lo que es posible hoy, por ejemplo, gracias a la radio y la televisión. También aquí las imágenes y los sonidos son enviados y captados invisiblemente a través del éter en forma de ondas. Casi todos nuestros desarrollos técnicos ya existían anteriormente como fenómenos naturales, al igual que la transmisión sin cables
 
Y, como es natural, queda a tu libre albedrío el rechazar los métodos y posibilidades que estimes difíciles para ti, ya que anteriormente hemos mostrado toda una serie de posibilidades de análisis diferentes referidos a los chakras.
 
8) Otro camino para detectar el funcionamiento de los chakras de otra persona es la capacidad medial de percibir en los chakras propios exactamente lo que nuestro consultante experimenta y siente. Para ello, el terapeuta primero entra en resonancia con el cuerpo energético del paciente. Conocemos algunos terapeutas que trabajan así y elaboran diagnósticos claros. Sin embargo, no pocos de ellos se sienten mal después de la consulta, padeciendo el mismo síntoma que el consultante. Opinamos que debería darse preferencia a otros procedimientos.
 
9) En algunos textos tradicionales asiáticos se mencionan diferentes características de un fundamento dominante de chakras concretos. A este respecto es particularmente interesante el análisis de nuestros hábitos de sueño.
 
Cuando una persona vive, sobre todo, a través de su primer chakra, en general tendrá unas necesidades de sueño bastante grandes, comprendidas entre 10 y 12 horas, y preferirá dormir boca abajo. Las personas que necesitan aproximadamente de 8 a 10 horas de sueño, y preferentemente duermen en posición fetal, viven predominantemente a través del segundo chakra Cuando la vida está configurada ante todo por el tercer chakra se duerme preferentemente boca arriba, y las necesidades naturales de sueño oscilan entre 7 y 8 horas. Un hombre cuyo cuarto chakra está ampliamente desarrollado yace habitualmente sobre el lado izquierdo, y necesita aproximadamente 5 o 6 horas de sueño por noche. Si el quinto chakra está abierto y es el que marca la pauta, sólo se duerme de 4 a 5 horas por noche, alternando entre la posición lateral derecha o izquierda. Cuando en una persona el sexto chakra está abierto, activo y es dominante, sólo pasará aproximadamente 4 horas entre el sueño y la vigilia. El sueño vigilante es un estado en el que la consciencia interior se mantiene mientras el cuerpo duerme. Esta forma de descanso es la que cabe esperar con un séptimo chakra abierto y dominante. El plenamente iluminado, por lo tanto, no duerme en el sentido habitual del término; en cualquier caso, si concede a su cuerpo una fase de reposo.
 
De forma que, a través de estas características, estamos en condiciones de verificar el funcionamiento de nuestros chakras.
Junto a las posibilidades que se han mostrado hay algunos otros medios de ayuda técnicos procedentes del sector paracientífico. Entre éstos, cabe mencionar el péndulo y la varita mágica, así como la fotografía Kirlian, a los que recurren algunos terapeutas para efectuar el análisis de los chakras. Entre las varitas mágicas, una de las más idóneas es la denominada péndulo de zahorí, que también se denomina «biotensor»*. Mediante este aparato puede conocerse con relativa facilidad el estado de los chakras, al igual que con un péndulo: un chakra estable se manifestará por los grandes círculos que produce en el péndulo o la varita, y un chakra alterado, por círculos menores o incluso porque el péndulo o la varita quedan en reposo. Naturalmente, aquí también es necesario practicar un poco para poder diferenciar claramente los resultados.
 
FUENTE EL GRAN LIBRO DE LOS CHAKRAS.

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